el taller

Cuando hablo de que va desde nuestra selva, hasta tu casa, hablo en serio.

A principios de los 90 mis padres compraron una propiedad en la zona de La Guardia. No tenía ni un solo árbol. Y entre el 90 y el 95 plantaron más de 50 especies endémicas con el fin de generar un ecosistema en las 4 hectáreas. Hoy en día el taller se beneficia no solo de la sombra, sino también de los árboles maderables que desde la pandemia se vinieron abajo. Aca nos pasamos los días trabajando las formas de las piezas y entendiendo sobre los tiempos de la madera.

Nos acompañan los monos, perezosos, puercoespines, un sin fin de aves, carachupas y por supuesto que víboras también

Pero el taller solo es una parte. El estudio está en la casa, una casona que data de 1920 con muros de barro de 60 cm de ancho, aleros generosos y columnas de maderas históricas. La magnífica quinta, un lugar detenido en el tiempo y resguardado por las raíces y los animales.